El acosador: otra víctima del Bullying que necesita nuestro apoyo
Utilizan palabras agresivas y actúan violentamente atemorizando a algún compañero de clase. ¿Qué lleva a un joven a menospreciar así a un igual con el que comparte tantas horas al día?
El acosador necesita sentirse fuerte y lo consigue desde el desafío y la provocación constante. No se siente culpable porque según su punto de vista, la víctima se lo ha buscado. Y es justamente el miedo que provoca en el otro lo que le hace sentir ese poder.
Suelen ser jóvenes con un conflicto interno en la búsqueda de su identidad. No tienen herramientas para identificar ni controlar sus emociones porque nadie les ha enseñado. No toleran la frustración, son impulsivos, inestables e impacientes.
Agredir, insultar, atemorizar…puede parecer un juego para ellos pero sus carencias emocionales también les hacen sufrir. En cierto modo se han perdido.
Por eso es tan importante no etiquetarlos como niños difíciles y desobedientes y darles por perdidos. Necesitan de nuestra ayuda y una de las herramientas de las que disponemos es la Comunicación Positiva; enseñarles el significado de la palabra compromiso, respeto, responsabilidad y empatía.
No digo que sea tarea fácil pero siempre hay un camino para llegar a sus corazones, aumentar su baja autoestima y reconducir la situación. El precio a pagar si no lo hacemos será elevado. En el futuro podrán ser adultos con un estilo de comunicación agresivo y vivirán sus relaciones desde el yo gano, tú pierdes.
Les costará escuchar, estarán a la defensiva porque verán la realidad distorsionada, como algo lleno de trampas de las que defenderse. Si tienen hijos actuarán con espíritu crítico y destructivo porque no sabrán hacerlo mejor. Demasiado stress, demasiada infelicidad.
Los agresores también pagan un alto precio si no les ayudamos a crecer emocionalmente. Ellos seguirán sufriendo y harán sufrir a las personas que les rodean. Un círculo vicioso del que hay que salir dándoles nuestro apoyo. Ellos también lo necesitan.
