Borrón y cuenta nueva
Pequeñas o grandes cosas que no hicimos pueden hacernos sentir fatal. Una sensación de arrepentimiento surge de repente, normalmente cuando echamos la vista atrás y vemos oportunidades perdidas, palabras que no dijimos o sueños que por un motivo u otro, no cumplimos.
La herramienta en nuestro presente, es parar, hacerles frente, mirarlas y pensar; Ok, fue así!
Luego aceptar y ponerse en marcha para escoger entre sentirnos mal pensando en ellas "llorando por los rincones" o empezar a ser coherentes entre lo que creemos y pensamos para comprometernos con nosotros mismos y cumplir nuestras propias promesas.
A la sensación de arrepentimiento le acompaña la culpa. Fiel amiga del arrepentimiento, la vergüenza y el remordimiento.
Las frases de culpa van acompañadas del pensamiento: debí ( o no) hacer eso o de esa forma.
A las frases de la vergüenza le sigue el pensamiento: algo de mí es inadecuado.
Si caemos a menudo en esos pensamientos con esas emociones, acabamos en la tristeza con la sensación de haber perdido algo valioso.
Por eso, que aparezca la valentía, nacida de la determinacion por ser feliz y de la coherencia entre pensamientos, creencias y acciones, es lo mejor que hemos de decidir que pase.
¡Arriba la libertad de ser nosotros mismos en nuestro presente!