La Empatía va más allá de unos zapatos
El otro día me preguntaron: cuando tienes que estar con alguien que contesta mal a cualquier cosa que le dices o le propones y lo paga con los demás, como si enfado con el mundo ¿qué puedo hacer para que cambie su carácter?
Mi respuesta: hemos de ser humildes, tener apertura y darles una oportunidad: al final todos podemos empatizar. Aunque nos suponga un esfuerzo, primero hemos de cambiar nosotros y así después los demás podrán dar el primer paso hacia el camino del cambio.
Y hoy me ha llegado este video que te invito a ver: se trata de un corto creado y subido a Internet por Jacob Frey. Cuenta la historia de un chico que juega a videojuegos y, que por los comentarios de su madre, no sale mucho de casa. Ella, le regala al chico un perrito al que en un principio no hace mucho caso. Estoy segura que la historia y el final, te emocionarán.
Y es que la empatía no sólo es ponerse en los zapatos del otro.
Es querer hacerlo desde la humildad, sin soberbia ( esa que asoma desde el ego y el orgullo y nos impide cambiar algo de nosotros para tener cosas diferentes). Es tener apertura para escuchar lo que el otro no dice y ver más allá de lo que aparentemente tenemos delante. Es dar la oportunidad a los demás de aceptar la invitación a un cambio que al final, les hará sentir mejor.
Es poner lo mejor de nosotros para alcanzar el bienestar desde la educación emocional: la nuestra y la de los demás. Así es como hace la madre del chico.
Gracias por leer
