
Pilares del MÉTODO NSR
Aumenta un 25% tu Inteligencia Emocional y mejora más del 50% tu forma de relacionarte con los demás
Sólo el 18% de las personas saben utilizar sus capacidades para conseguir calidad de vida con lo que se proponen por que desconocen que el 80% del éxito es consecuencia de sus propias habilidades.
Para afrontar las situaciones de incertidumbre que nos abruman hay que poner el foco en tres áreas básicas con
Enfoque práctico.
Fórmulas sencillas.
Palancas para la acción.
1. LA PRIMERA ÁREA
LAS EMOCIONES
Esas en las que no hemos sido educados/as… Seguro que en alguna ocasión, has sentido ganas de gritar y algo en ti te ha dicho: no grites que te están mirando y ahora no es el momento. Igual has callado, comiéndote tu rabia y ahogándote en tu silencio. O lo mismo has gritado y te has llevado la reprimenda, porque “eso ahora no tocaba”.
O a lo mejor, por algo que te ha ocurrido, estabas tan, tan feliz que querías contarlo con entusiasmo, porque sentías la necesidad de compartirlo. Y algo en ti, te ha dicho, “igual no cae bien que lo diga ahora” O lo has dicho y una mirada desacertada ha hecho que te sintieras culpable de ser feliz, de estar contento/a.
O has estado tan y tan triste que has rechazado un “hombro ofrecido” sobre el que desahogarte, por no “cargar a los demás con tus problemas”. O igual, has dicho lo que te pasaba y al final has tenido por respuesta: “no es para tanto…"
Igual tienes miedo a algo, y para no parecer cobarde, haces como que puedes con todo y que eres fuerte y valiente. O lo dices y al minuto te arrepientes de haber destapado tu debilidad sintiéndote vulnerable.
Lo hagas como lo hagas, siempre parece estar mal.
"El 75% de nuestras emociones nos alejan de estar bien y sólo el 25% nos acercan al bienestar, al éxito o a conseguir lo que nos proponemos.
Algo más del 1,3% de nuestras emociones son potenciadoras y aproximadamente el 98,7% nos hacen sentir mal."
Prestar la atención que merecen a las que nos estimulan de forma favorecedora hace que se fortalezcan nuestras redes neuronales en el cerebro y empecemos a liberar serotonina, endorfinas, acetilcolina y muchos otros neurotransmisores con funciones específicas en nuestro cerebro, que nos ayudan a regular el estado anímico en situaciones que, a veces, nos cuesta afrontar.

3. LA TERCERA ÁREA
LAS HABILIDADES
Somos habilidosos, pero no todos somos competentes:
Todos/as tenemos habilidades porque todos y todas nacemos con aproximadamente 100 mil millones de neuronas en nuestro cerebro, pero todavía se encuentran inmaduras, porque necesitan conectarse con otras para ser útiles.
Y se van volviendo útiles a medida que las estimula
nuestro entorno.
Entonces nos volvemos útiles, o lo que es lo mismo, vamos forjando nuestras habilidades que son esas capacidades y talentos que nos van a acompañar en la vida.
El proceso de maduración cerebral se da a lo largo de toda la infancia y adolescencia y no finaliza hasta los 28-30 años de vida. Luego, si tenemos la destreza de entrenarnos, teniendo objetivos reales de vida, podremos mantener la plasticidad de nuestro cerebro y tener en forma nuestra inteligencia emocional.
Cuando ponemos nuestras habilidades al servicio de una tarea (llámese tarea a estudiar, trabajar, relacionarnos con los demás, educar a los hijos, etc.) y con esa tarea perseguimos un objetivo (conseguir acabar una carrera, obtener un ascenso, ser sociables, actuar para la felicidad personal o profesional…) actuamos poniendo intención a lo que hacemos y sólo entonces, pasamos de ser habilidosos a ser competentes para la vida.
"Hay un neuro-mito que dice que sólo utilizamos el 10% de nuestro cerebro. Un mito; y como nos lo creemos, el 85% de las situaciones, que no controlamos nos hacen caer en la desesperación, la apatía o el temor."
Lo que me empujó a crear el Método NSR en el 2010 fue ofrecer claridad en el desarrollo de la inteligencia emocional, para que personas como tú, puedan tener fórmulas prácticas, eficaces y útiles para entrenar esas habilidades, reconocer sus emociones, consiguiendo el éxito en la vida y rescatar los valores más potenciadores. Con el Método dejarás de callar y sentir que pierdes, orientarás tus decisiones con acierto y pondrás en marcha tus proyectos salvando cualquier obstáculo y reaccionando con fortaleza y seguridad.

2. LA SEGUNDA ÁREA
LOS VALORES
Probablemente te habrá pasado alguna vez que has hecho, dicho o conseguido algo y en vez de sentirte satisfecho/a, algo en ti te deja un mal sabor de boca.
Si te ha ocurrido algo parecido, el motivo es que has ido en contra de tus valores y has formado un conflicto interno: cuando nos llevamos la contraria en nuestros propios valores, se crea un conflicto interno. Es como que te enfadas contigo mismo/a.
Ocurre por ejemplo, cuando estudias algo que no te gusta, pero lo estudias porque te han dicho que lo hagas y tú aceptas porque es lo que hay que hacer, o lo que te has comprometido a estudiar. Por no romper ese valor del compromiso, sigues y sigues haciendo lo que haces a pesar de saber que no es lo tuyo.
O cuando en el trabajo, sabes que dedicas mucho tiempo a algo, por ejemplo ordenar tu espacio de trabajo, o tu correo lleno de emails. Si para ti el orden es importante, a pesar de tener otras cosas mucho más interesantes que hacer, no puedes dejar de limpiar esa bandeja de correo antes de hacer otras cosas. En este caso, el valor del orden está por delante del valor, por ejemplo, del trabajo en equipo, o la comunicación o acabar las tareas a tiempo…
Cuando vamos creciendo, vivimos ocasiones que son encrucijadas. Y nos han enseñado a tener el convencimiento de que nuestros valores están por encima de todo. Y Aunque sea de forma inconsciente, los llevamos tan en vena, que por regla general, los defendemos a muerte, incluso cuando en ciertos momentos, no nos sirven para conseguir llegar a donde queremos ir.
"El conjunto de valores, son sólo la distorsión que nosotros/as mismos/as hacemos de la realidad. Y nos resultan tan importantes que nos cuesta cambiarlos de orden en nuestra escala de valores."
Cuando les prestamos atención y reordenamos nuestra escala de valores y creencias, todo resulta más fácil, liberador e incluso recuperamos motivación y fuerza para seguir adelante.

Recuerda que
entrenar habilidades para convertirlas en competencias es aumentar un 25% tu inteligencia Emocional y más del 50% tus capacidades sociales.
Y eso sólo se consigue si tienes
un método que puedas repetir una y otra vez,
en cualquier circunstancia y siempre que lo necesites
